Nuesta historia

Nuestra historia comienza con un fusible y un sueño. Era un día como cualquier otro hace 30 años, cuando Toni, un joven recién salido de la mili, se enfrentó a un pequeño desafío: un fusible quemado en su casa. Lo que parecía una simple compra de repuesto se convirtió en el comienzo de una aventura que marcaría su vida y la de su hijo, Toni Miquel. 



A los 20 años, Toni inició su camino en el mundo de la electricidad, impulsado por la curiosidad y el deseo de superación. Día tras día, aprendió el oficio, perfeccionando sus habilidades y soñando con algo más grande. A los 30, ese sueño tomó forma en su propio taller de electricidad, un espacio donde la pasión y el esfuerzo se transformaron en servicio y calidad.

Dos décadas más tarde, el destino, como un circuito bien diseñado, trajo a Toni Miquel al taller. A sus 18 años, y con sueños tan grandes como los de su padre en su juventud, Toni Miquel se unió al negocio familiar. Con una visión fresca y un enfoque en las nuevas tecnologías, aportó ideas innovadoras, impulsando la empresa hacia el futuro con instalaciones domóticas y solares. Juntos, padre e hijo, crearon un equilibrio perfecto entre la experiencia y la innovación.

Detrás de Antofila, hay un equipo dedicado, el corazón y el alma de nuestras operaciones diarias. Cada miembro es vital, trabajando incansablemente en cada proyecto, al igual que las abejas en una colmena. De ahí el nombre de nuestra empresa, inspirado en el nombre científico de estos increíbles insectos. En Antofila, creemos en la eficiencia y el cuidado del medio ambiente, valores que nos llevan a implementar soluciones de energía sostenible. Al igual que las abejas, trabajamos juntos hacia un objetivo común, creando un impacto positivo en cada nueva obra.